Utilizando Cristales de Sal Refisal, extiende sobre un plato unas cucharadas de los cristales y empápalas con el vino; luego coloca el plato cerca de una fuente de calor y deja que el agua del vino se evapore y este impregne de sabor y color a la sal. Repite esta operación un par de veces, para que estas características se hagan más evidentes. La sal tiene que volver a estar completamente seca, para utilizarla o conservarla.